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En el Colegio Santa Teresa de Alicante, la celebración de la Feria de Turismo, conocida como Terestur, se ha convertido en una tradición anual esperada con entusiasmo tanto por alumnos como por profesores. Esta iniciativa, promovida por Paula Fuster para la asignatura de Geografía e Historia, ha demostrado ser una herramienta educativa excepcional que combina el aprendizaje con la diversión. Paula Fuster nos cuenta que "la Terestur es un proyecto que se ha organizado ya varios cursos y cada año se han seleccionado diversos países, partiendo de una temática común, como puede ser: que posean una sede olímpica, que sean los más visitados del mundo, que alberguen las culturas más antiguas de la humanidad o que se relacionen con el itinerario de Phileas Fogg". Este enfoque temático ha permitido a los estudiantes explorar diversos aspectos geográficos, históricos y culturales de una manera profunda y significativa.

En esta ocasión, los alumnos han tenido la libertad de elegir qué país presentar en la Feria de Turismo, basándose en sus conocimientos previos y sus intereses personales. Paula Fuster comenta que "se ha dado libertad a los alumnos y han podido elegir qué país presentar en la Feria de Turismo, basándose en lo que conocían previamente sobre algunos de ellos". La situación de aprendizaje se extiende durante varias semanas, permitiendo a los estudiantes profundizar en contenidos de Geografía Física, como los paisajes y climas, y de Geografía Política, como las capitales y las banderas. Además, los alumnos investigan las tradiciones del país elegido, su lengua mayoritaria, la población, los monumentos y las ciudades más conocidas. Todo esto se complementa con la preparación de un juego educativo para los alumnos más pequeños, en el que se trabajan estos datos de manera lúdica.

Este año, los encargados de preparar la actividad han sido los alumnos de 1º de ESO, mientras que los participantes que disfrutaron de ella fueron los estudiantes de 5º de primaria. Durante las dos horas que duró la feria, los alumnos más pequeños rotaron por los diferentes stands, descubriendo información fascinante sobre diversos países y participando en juegos educativos preparados por sus compañeros mayores. Según Paula Fuster, "durante las dos horas en las que van rotando por los diferentes stands, tanto mayores como pequeños pasan un rato divertido lleno de aprendizajes". La Terestur no solo ofrece a los alumnos una oportunidad para aprender sobre diferentes países de manera interactiva, sino que también fomenta el trabajo en equipo, la creatividad y las habilidades de comunicación. Tanto los mayores como los pequeños disfrutaron de un rato divertido y lleno de aprendizajes, consolidando así la importancia de proyectos educativos innovadores como este en el desarrollo integral de los estudiantes.