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La sociedad moderna a menudo se enfrasca en la rapidez del presente, dedicando escasa atención a aquellos que han recorrido más camino y acumulado más experiencias. Sin embargo, en el Colegio El Armelar, la perspectiva cambia. Aquí, la conciencia de la importancia de cuidar a nuestros mayores no es solo una noción, sino una acción tangible y transformadora. 

 

Un Proyecto con Corazón: APS - Aprendizaje y Servicio

 Hablamos con Begoña Fernández-Cañada, profesora y responsable del proyecto APS (Aprendizaje y Servicio) en el colegio. Hace siete años, impulsaron un movimiento social desde esta materia, donde los alumnos no solo aprenden en las aulas a la vez que sirven a la comunidad. La semilla de este proyecto germinó cuando los propios alumnos, sin esperar instrucciones, decidieron visitar a los ancianos en una residencia cercana.

"No les dejaron entrar por ser menores, así que vimos en ello una oportunidad", cuenta Begoña. A partir de esta limitación, surgió esta iniciativa sorprendente creando así un vínculo especial que trascendió las barreras generacionales. 

Los chicos y chicas de Bachillerato, continuadores de esta hermosa tradición, visitan regularmente la residencia para compartir momentos valiosos con los mayores. Lo que comenzó como una visita evolucionó en un proyecto más profundo y significativo. Begoña nos cuenta con entusiasmo: "Los jóvenes se involucran de una manera increíble. Están escribiendo un libro de vida, donde los ancianos comparten sus historias, y los jóvenes las transcriben e ilustran. Es asombroso ver cómo colaboran, cómo los mayores ayudan a colorear los dibujos". 

Este compromiso va más allá de las expectativas convencionales. Begoña comparte una anécdota maravillosa: "Recientemente, una alumna cumplió años. Pensamos que se tomaría la tarde libre, no iría a la residencia esa semana. Pero prefirió celebrar su cumpleaños compartiendo tiempo con los mayores. Fue entonces cuando nos dimos cuenta de que los jóvenes no son simplemente como a veces los perciben".

 

Conclusión: Transformando Vidas, Construyendo Puentes

Este proyecto en El Armelar  demuestra la importancia de concienciar a los jóvenes sobre el cuidado de los mayores y sirve para ejemplificar cómo, a través del compromiso activo, se pueden construir puentes sólidos entre generaciones. Estas interacciones no solo benefician a los ancianos, sino que también enriquecen la vida de los estudiantes, fomentando valores de empatía, compasión y respeto. Un testimonio tangible de educación que traspasa las aulas, cambiando vidas y tejiendo una red de solidaridad intergeneracional.